miércoles, 9 de mayo de 2012

La suerte es la excusa del que fracasa

"¿Quieres conocer el secreto de éxito?
pon el corazón,  la mente y el alma en cada uno de tus actos!"
Victo Hugo


Así como el resultado del árbol es su fruto y la semilla de ese fruto, a su vez, encierra potencialmente a un hermoso árbol. En nuestra mente se anidan las semillas de una existencia extraordinaria.

La vida es la esencia, la sustancia vital  del universo, la razón de su existencia y, como una máquina transformadora, desde que nacemos nos mejora, nos purifica, nos permite el progreso y nos ilumina. Nuestros cuerpos  funcionan como hermosos vehículos para el aprendizaje, para experimentar las lecciones que libremente elegimos en nuestra evolución. Lo más importante es saber a dónde queremos ir, aceptar nuestras posibilidades infinitas y aclarar nuestro rumbo. Tener resultados tan amplios y trascendentes como el universo mismo, depende de cada uno.

Cada instante de tu existencia es un tesoro y sólo tú puedes decidir cómo invertirlo. El pasado es sólo una referencia, pero el futuro se está gestando. El primer paso para crear la vida que deseas es creer que puedes hacerlo. Las materias primas de un futuro grandioso están en tu ingenio, en tu tiempo y en tu enfoque.

Es bueno soñar, ese es el inicio, pero la realidad comprobada a través de las historias de los hombres y mujeres más exitosos del mundo nos confirma que debemos actuar y actuar con constancia. Con sueños y anhelos no cambiarás nada, a partir de hoy te invitamos a elegir tus objetivos y determinar qué acciones realizarás por ellos hoy, mañana, esta semana, este mes...

 

Para transformar los deseos y sueños que albergas en tu  mente en metas concretas, toma en cuenta las características de las "Metas verdaderas", para ello, te invito a utilizar la popular fórmula MECAM:


Medibles: Para autoevaluarte y entender si estás avanzando hacia lo que deseas, es necesario que todos tus objetivos de vida, anuales, mensuales, semanales e incluso diarios, tengan algún tipo de medición, horas, fechas o similares,  por ejemplo, si deseas bajar de peso, define los kilos que bajarás y la fecha en la que lo lograrás; si tu meta este año es retomar tu estudios, plantéate la fecha en la que ejecutarás las acciones que requieres.

Escritas: Si almacenas tus sueños sólo en tu mente, corres el riesgo de no comprometerte realmente, además de no aprovechar el potencial creador de tu cerebro, que alimenta tus ideas y traduce las oportunidades del entorno, cuando te enfocas conscientemente en lo que deseas.

Congruentes: Aquello que deseas debe ser coherente contigo, con tus creencias, con tu personalidad, de otra manera, si eso que deseas va en contra de tu manera de actuar o sentir, el conjunto de tu intelecto, tus emociones y tu espiritualidad, sabotearán el logro de tu objetivo

Alcanzables: Has de ser razonable a la hora de imponerte objetivos, ya que puede ser frustrante si te esfuerzas por algo que es imposible alcanzar para ti.

Motivantes: Lo que deseas debe llenarte de emoción, si aquello que deseas lograr no te interesa realmente a ti, no contarás con el combustible para actuar y ante el primer obstáculo te darás por vencido, así que procura que todo lo que definas como una “meta” en tu vida te entusiasme de solo pensar en obtenerlo!

¡Un triunfador se hace!
La suerte es la excusa del que fracasa. Un triunfador jamás deja al azar su destino. Las personas que sobresalen en la vida son aquellas que resuelven problemas, que tienen ideas, que sueñan, que emprenden  y que pese a las caídas temporales, siguen su  visión,  logran sus metas y son capaces de hacerse y mejorarse a sí mismos.

Mariby Pérez López