“A menudo, quienes vacilan en hacer planes
es porque dudan también en su capacidad de cumplir.”
Michael Levine, escritor y hombre de negocios estadounidense.
Establecer una estrategia de vida coherente para crear un año productivo y feliz, se asemeja al trabajo de un agricultor. Felix Pérez, mi padre, quien vive de la tierra, dice: “una buena cosecha no depende sólo del terreno o del clima, pues la responsabilidad mayor es del labriego, para quien el alfa será la semilla y el omega su mercado”.
Mi papá, elige las mejores semillas, abona, mueve y hace fértil la tierra. Con amor y paciencia cuida celosamente su siembra, mientras las pequeñas e indefensas semillas, brotan en la oscuridad del suelo. Cuando las ve germinar de cara al sol, su entusiasmo se renueva. Pero esos jóvenes retoños, también requieren cuido, riego y protección para nutrirse y crecer con fuerza. Y será sólo después del tiempo exacto para su desarrollo y maduración, cuando se podrán recoger los frutos para llevarlos al mercado.
Mi padre sabe, que la abundancia y la calidad de sus cosechas, dependen de él en un 90%. Hoy, es tu turno, elige y siembra las nuevas semillas, que son tus sueños, para que tu año sea grandioso, prepara la tierra de tu mente fértil y planta tu presente de acciones concretas. Los primeros resultados, son el germinar, observarlos alimentará tu entusiasmo, pero no te descuides, pues la maleza del desánimo o la plaga de los juicios, propios y ajenos, pueden debilitar su crecimiento.
Elige ser un buen labriego y al final del año recogerás una abundante cosecha de satisfacciones y extraordinarias experiencias.
Ilustración de Claudia Lei, para ESTRETEGIAS 2010 |
¡Un triunfador se hace!
Mariby Pérez